Trece son sus peldaños en la entrada principal, ni uno más. Pero infinidad de sueños, gestados en cada uno de ellos, guardados durante muchos, muchos años, pues ni el mármol ni las piedras hablan y la niña que soñaba, sentada en cada uno de ellos mientras iba cumpliendo primaveras, los mantuvo escondidos en los invisibles… Sigue leyendo La familia Bardin vuelve a Villa Marco