Hablar de Rafael Altamira y Crevea (Alicante, 1866 – México DF, 1951) es tarea ardua y compleja.
Humanista, historiador, investigador de temas americanos, renovador de la historiografía, pedagogo, jurista, crítico literario, escritor… Su vida como su obra fue interesante, densa y prolífica.
No pretendemos hoy, ni mucho menos, escribir su biografía. El motivo de este post es comentaros que, recientemente, se han cumplido 100 años del nombramiento de Rafael Altamira como Hijo Adoptivo de El Campello (título que acordó el Ayuntamiento de la población el 20 de marzo de 1910)… y es que este historiador y humanista de fama universal está ligado a la historia de nuestro pueblo…
Tan ilustre personaje escogió El Campello como su lugar de recreo y en él estableció su segunda residencia. Esta vinculación y su especial cariño al municipio bien mereció tal distinción… Su memoria está presente en la vida diaria de los campelleros… no en vano, el primer colegio público de El Campello lleva su nombre.
El 17 de noviembre de 1934, el gobierno municipal campellero acordó denominar una calle local con el nombre de ‘Don Rafael Altamira’, pero hasta la fecha, en el rótulo que figuraba en dicha calle tan sólo rezaba la leyenda ‘Carrer Altamira’. Y en años más recientes, 5 de febrero de 1969, en un Pleno Municipal se acordó que la «Biblioteca Municipal que se piensa instalar en este localidad… se denominará ‘Rafael Altamira’.
Y llegó el momento,… con motivo de la efemérides, estos dos acuerdos se han refrendado y dos placas han sido instaladas con el nombre completo de este admirado Hijo, una en la que, a partir de ahora, será la Calle de Rafael Altamira y otra en la, ya desde ahora, Biblioteca Municipal «Rafael Altamira».
Por último, os dejamos este vídeo del Instituto Cervantes, “Rafael Altamira. Una generación excepcional”